PESCA LAMBAYECANA EN CRISIS
Producción cae en forma alarmante
Por Denisse Gonzáles
La pesca artesanal está pasando por un mal momento. José Chavesta Valdera, 
un pescador santa roseño, es el mejor testimonio de ello.
Tiene 48 años, tres hijos y poco dinero para mantenerlos; pues en los últimos días la suerte le ha sido adversa.
Luego de tres días de dura faena en el mar, regresó preocupado por no haber alcanzado los resultados que esperaba.
“No he salido durante 25 días porque mi embarcación estaba en mantenimiento. Salí el jueves a las 4 de la mañana y regresé hoy (sábado) con poco pescado. He invertido cerca de 1,500 soles y sólo he traído 600 soles en especies”, manifestó.
Chavesta, quien se dedica a la pesca artesanal desde los 17 años, cuenta que de los 31 años que ha trabajado en esta actividad, este año ha sido el peor de todos.
“Antes traíamos entre 10 mil y 15 mil soles por salida al mar, pero ahora no llegamos ni a la cuarta parte”, enfatizó.
José Chavesta Valdera, 31 años dedicándose a la pesca artesanal.Este “lobo de mar” explica que las principales causas de la escasez del pescado son la baja temperatura del agua y el clima tan cambiante que está experimentando la región.
También señaló entre las causas, el hecho de que muchos pescadores de las orillas usan herramientas como los llamados “zumbadores” que son empleados como remos de las chalanas, los cuales con el potente ruido ahuyentan a los peces que viven en la profundidad del mar.
“A las chalanas no les perjudica el uso de sus “zumbadores” porque pescan con cañas, pero a los que vamos mar adentro sí”, explicó
PESCA DE ANTAÑO
Chavesta recuerda con júbilo la pesca productiva de hace algunos años y cuenta que la actividad pesquera resultaba ser una fuente significativa de dinero.
“Hasta hace unos años, traíamos pescados caros como el suco, la cachema, el bonito y la liza, pero ahora a lo mucho traemos bagres, mojarras y lornas, los cuales no generan grandes ganancias”
En ese sentido, también manifestó que antes se pescaba mayormente en boliches, a los cuales, el Ministerio de la Producción, les permite traer pescados de gran medida.
un pescador santa roseño, es el mejor testimonio de ello.Tiene 48 años, tres hijos y poco dinero para mantenerlos; pues en los últimos días la suerte le ha sido adversa.
Luego de tres días de dura faena en el mar, regresó preocupado por no haber alcanzado los resultados que esperaba.
“No he salido durante 25 días porque mi embarcación estaba en mantenimiento. Salí el jueves a las 4 de la mañana y regresé hoy (sábado) con poco pescado. He invertido cerca de 1,500 soles y sólo he traído 600 soles en especies”, manifestó.
Chavesta, quien se dedica a la pesca artesanal desde los 17 años, cuenta que de los 31 años que ha trabajado en esta actividad, este año ha sido el peor de todos.
“Antes traíamos entre 10 mil y 15 mil soles por salida al mar, pero ahora no llegamos ni a la cuarta parte”, enfatizó.
José Chavesta Valdera, 31 años dedicándose a la pesca artesanal.Este “lobo de mar” explica que las principales causas de la escasez del pescado son la baja temperatura del agua y el clima tan cambiante que está experimentando la región.
También señaló entre las causas, el hecho de que muchos pescadores de las orillas usan herramientas como los llamados “zumbadores” que son empleados como remos de las chalanas, los cuales con el potente ruido ahuyentan a los peces que viven en la profundidad del mar.
“A las chalanas no les perjudica el uso de sus “zumbadores” porque pescan con cañas, pero a los que vamos mar adentro sí”, explicó
PESCA DE ANTAÑO
Chavesta recuerda con júbilo la pesca productiva de hace algunos años y cuenta que la actividad pesquera resultaba ser una fuente significativa de dinero.
“Hasta hace unos años, traíamos pescados caros como el suco, la cachema, el bonito y la liza, pero ahora a lo mucho traemos bagres, mojarras y lornas, los cuales no generan grandes ganancias”
En ese sentido, también manifestó que antes se pescaba mayormente en boliches, a los cuales, el Ministerio de la Producción, les permite traer pescados de gran medida.
“En los muelles hay un inspector que es el encargado de verificar las medidas de las especies. Los boliches pueden traer pescados de 27 y 30 centímetros y se les tolera un 20% del total, en especies pequeñas. Si la cantidad excede o no se cumplen las normas pueden multarnos con una, dos y hasta tres unidades impositivas tributarias. Cada unidad equivale a 3,500 soles”, explicó.
El testimonio de Chavesta se ve representado en las estadísticas del Instituto del Mar del Perú (IMARPE) que grafica la mayor cantidad de desembarques de boliches en Lambayeque del 91 hasta el año 95. De ahí en adelante, la pesca en estas embarcaciones ha venido decayendo.ESPECIES EXTINTAS
Según los pescadores de la zona las especies que han desaparecido en el territorio marítimo lambayecano son los sucos, las cachemas, lizas y el bonito, las cuales son encabezadas por las sardinas.
“Hace más de diez años que las sardinas han desaparecido. Ahora ya no hay ni caballas”, explicó Marcial Orozco Palma, un veterano pescador de 68 años.
Rogelio Tejada, pescador santa roseño.“Espero que en diciembre que comienza el verano aparezcan más especies”, comentó Rogelio Tejada, de 34 años, mientras tejía sus redes para salir a pescar.
APOYO ESTATAL
Por otro lado, Chavesta comentó que últimamente los pescadores han recibido apoyo del estado.
El Fondo de Compensación para el Ordenamiento Pesquero (FONCOPES) de la mano con la Sociedad Marítima de Pescadores y el Ministerio de la Producción han beneficiado a veinte pescadores artesanales de Pimentel, San José y Santa Rosa.
Por su lado, el ex dirigente de la Sociedad Marítima de Pescadores, Feliciano Pintado, quien gestionó dicha actividad, manifestó que en cada distrito se otorgaron diez embarcaciones y diez implementos para la actividad pesquera.
“La distribución fue por sorteo. Se gestionó siete lanchas, tres boliches y cinco motores; además de redes, cañas de pescar y demás instrumentos que son útiles para el pescador”, manifestó Pintado.
COMERCIANTES AFECTADOS
Los pescadores no son los únicos perjudicados con la escasez del pescado, los comerciantes también se han visto afectados.
La señora Leticia Nuntón, vendedora de pescados del mercado de abastos de la caleta Santa Rosa, manifiesta que las especies marinas que ellas expenden son traídas de Cherres, Chepén y Chimbote.
“Mi esposo es pescador. Antes nos iba bien por lo que él dirigía cierta cantidad de cubetas para mi venta. Pero, ahora con las justas alcanza para sus distribuidores. Hay veces que tengo que comprar de otros pescadores porque lo que trae mi esposo es muy poco. Eso nos ha afectado económicamente”, explicó.
Por otro lado, Carmen Liza, comerciante de pescados, comenta que hay consumidores exigentes que no adquieren cualquier tipo de pescado, y por ello tienen que conseguir determinadas especies.
“Ahora, hay poco pescado de carne blanca y por eso suben los precios; por ejemplo, el suco esta a 25 soles el kilo. Pero nosotras sólo tenemos 2, 3 kilos no podemos traer más. No sirve comprar mucho porque por su precio puede subir o bajar. Ya varias veces hemos perdido dinero y no se recupera ni lo invertido”, afirmó.
Según los pescadores de la zona las especies que han desaparecido en el territorio marítimo lambayecano son los sucos, las cachemas, lizas y el bonito, las cuales son encabezadas por las sardinas.
“Hace más de diez años que las sardinas han desaparecido. Ahora ya no hay ni caballas”, explicó Marcial Orozco Palma, un veterano pescador de 68 años.
Rogelio Tejada, pescador santa roseño.“Espero que en diciembre que comienza el verano aparezcan más especies”, comentó Rogelio Tejada, de 34 años, mientras tejía sus redes para salir a pescar.
APOYO ESTATAL
Por otro lado, Chavesta comentó que últimamente los pescadores han recibido apoyo del estado.
El Fondo de Compensación para el Ordenamiento Pesquero (FONCOPES) de la mano con la Sociedad Marítima de Pescadores y el Ministerio de la Producción han beneficiado a veinte pescadores artesanales de Pimentel, San José y Santa Rosa.
Por su lado, el ex dirigente de la Sociedad Marítima de Pescadores, Feliciano Pintado, quien gestionó dicha actividad, manifestó que en cada distrito se otorgaron diez embarcaciones y diez implementos para la actividad pesquera.
“La distribución fue por sorteo. Se gestionó siete lanchas, tres boliches y cinco motores; además de redes, cañas de pescar y demás instrumentos que son útiles para el pescador”, manifestó Pintado.
COMERCIANTES AFECTADOS
Los pescadores no son los únicos perjudicados con la escasez del pescado, los comerciantes también se han visto afectados.
La señora Leticia Nuntón, vendedora de pescados del mercado de abastos de la caleta Santa Rosa, manifiesta que las especies marinas que ellas expenden son traídas de Cherres, Chepén y Chimbote.“Mi esposo es pescador. Antes nos iba bien por lo que él dirigía cierta cantidad de cubetas para mi venta. Pero, ahora con las justas alcanza para sus distribuidores. Hay veces que tengo que comprar de otros pescadores porque lo que trae mi esposo es muy poco. Eso nos ha afectado económicamente”, explicó.
Por otro lado, Carmen Liza, comerciante de pescados, comenta que hay consumidores exigentes que no adquieren cualquier tipo de pescado, y por ello tienen que conseguir determinadas especies.
“Ahora, hay poco pescado de carne blanca y por eso suben los precios; por ejemplo, el suco esta a 25 soles el kilo. Pero nosotras sólo tenemos 2, 3 kilos no podemos traer más. No sirve comprar mucho porque por su precio puede subir o bajar. Ya varias veces hemos perdido dinero y no se recupera ni lo invertido”, afirmó.
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